Llamado
para la rápida aprobación de vacunas y medicamentos rusos, chinos y
cubanos para luchar contra la Covid-19 en todo el mundo. ¡Necesitamos
urgentemente la cooperación y la solidaridad internacional!
Hacemos
un llamado para que se aprueben lo antes posible las vacunas y
medicamentos rusos, chinos y cubanos para luchar contra el Covid-19 en
todo el mundo. Después de meses de la aparición de los primeros
informes sobre la Sputnik V, una prometedora vacuna de Rusia, y los
informes del exitoso lanzamiento de las vacunas chinas, los llamados
para la aprobación de estas posibles soluciones son cada vez más
fuertes en medio de la crisis sanitaria mundial.
Esto es cada vez más importante en el contexto de los problemas de
suministro de vacunas en muchos países. Incluso los medios de
comunicación occidentales están publicando cada vez más informes
positivos sobre la vacuna Sputnik V, especialmente tras la publicación
de un estudio en la prestigiosa revista The Lancet. También hay
numerosos informes positivos sobre las vacunas chinas, después de que
al principio se publicaran críticas mayoritariamente negativas en los
medios de comunicación occidentales.
Exigimos que las capacidades de producción y las licencias de
importación de vacunas rusas y chinas se proporcionen en las
condiciones más rápidas posibles. Los intereses sanitarios de las
poblaciones de los países occidentales no deben sufrir y ser
instrumentalizados en medio de la lucha de poder geopolítico en curso.
En el contexto de la dramática escalada de tensiones entre EE.UU., los
países de la OTAN y sus aliados frente a Rusia, China y otros países,
una cooperación intensiva podría incluso contribuir a aliviar esta
situación tan peligrosa.
Según un estudio, cuyos resultados se han publicado ahora en la revista
científica The Lancet, la Sputnik V logró un elevado efecto protector
del 91,6%. Se evitaron por completo las enfermedades graves y no parece
que hayan surgido problemas de seguridad. Se han comunicado resultados
similares sobre las vacunas chinas.
Hasta ahora, Sputnik V se ha registrado en 15 países y se fabrica en
parte bajo licencia. En algunos países también está surgiendo una
posible colaboración con empresas farmacéuticas. Se dice que la vacuna
rusa, que se administra en dos dosis, cuesta menos de diez dólares por
dosis. La vacunación es gratuita para los ciudadanos rusos. Las vacunas
chinas, que también se venden a precios asequibles o incluso se
distribuyen gratuitamente, también se utilizan con éxito en muchos
países. Se espera que en el próximo año se produzcan miles de millones
de dosis de las vacunas rusas y chinas.
Rusia, China y Cuba han proporcionado ayuda masiva a muchos países
desde el comienzo de la crisis de la Covid-19. Una ayuda que apenas fue
reconocida en Occidente. De hecho, a pesar de los extraordinarios
esfuerzos realizados por estos países para desarrollar vacunas y
medicamentos, la reacción en los medios de comunicación occidentales
fue mayoritariamente de difamación y culpabilización.
Las brigadas médicas cubanas han viajado a muchos países afectados por
el virus e incluso han sido nominadas al Premio Nobel de la Paz. Rusia
envió vuelos de ayuda con cientos de médicos militares, virólogos y
epidemiólogos a numerosos países. Además de medicamentos, se enviaron
suministros de ayuda, equipos especiales y hospitales de emergencia.
Equipos médicos y asesores de la Cruz Roja china prestaron asistencia
en varios países. Los suministros de ayuda de China incluyeron millones
de mascarillas, grandes cantidades de respiradores y, más
recientemente, vacunas.
Como socios del Movimiento de Países No Alineados, del que Cuba es
miembro, Rusia y China siempre han hecho hincapié en la importancia de
la cooperación internacional pacífica y, en consecuencia, entregaron
ayuda a las regiones más afectadas por la Covid-19.
En este espíritu de solidaridad internacional se están entregando
vacunas y medicamentos a otros países a precios muy razonables o
incluso gratuitos. Los Estados occidentales, en cambio, continuaron con
su política de sanciones contra países como Cuba, Venezuela, Nicaragua,
Irán y Siria incluso en el momento más álgido de esta crisis mundial.
Por otra parte, en la mayoría de los países occidentales se adoptó
durante esta pandemia una estrategia basada en el egoísmo y los
intereses de lucro. En particular, las empresas farmacéuticas privadas
y los proveedores de servicios pudieron beneficiarse enormemente de la
crisis sanitaria.
Es muy lamentable que las subvenciones estatales no estuvieran
vinculadas a condiciones y que los resultados de la investigación no se
pusieran a disposición del público en general, para que los fabricantes
de todo el mundo pudieran reproducir medios eficaces.
Entretanto, las organizaciones no gubernamentales de numerosos países
también exigen que las vacunas contra la Covid-19 producidas en
Occidente estén disponibles en todo el mundo en cantidades suficientes
y a precios asequibles. Se requiere una amplia transparencia en cuanto
a los datos de las pruebas, los costes de producción, las inversiones
financieras en vacunas y la proporción de financiación pública. También
se requiere que las empresas se esfuercen por no hacer valer su
propiedad intelectual, sino que la compartan con fabricantes
cualificados a través de licencias abiertas.
Hay que abordar activamente los enormes efectos negativos en los
sistemas sanitarios de todo el mundo, especialmente en los países más
pobres.
Muchos están ahora convencidos de que el apoyo público debe ir de la
mano con la obligación de dar a la gente de todo el mundo acceso a las
vacunas contra la Covid-19.
Por eso exigimos la aprobación mundial más rápida posible de las
vacunas y medicamentos rusos, chinos y cubanos para combatir la
Covid-19. Las vacunas deben convertirse, en última instancia, en bienes
comunes mundiales. Deben pertenecer a toda la humanidad. Una pandemia
global sólo puede ser superada globalmente. Necesitamos la solidaridad
internacional en esta crisis.
O envíe su nombre y lugar de residencia directamente al siguiente correo electrónico:
email@hbuecker.net
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La carta fue publicada el 15 de febrero de 2021.
Lea el llamado en inglés aquí:
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